Para la crema
   – 200 gramos de chocolate blanco
   – 200 ml de nata para montar
   – 100 ml de leche
   – 50 gramos de azúcar
   – 4 hojas de gelatina hidratada (8 g)
   – Frutas frescas para decorar
(fresas, arándanos, kiwi, etc.)

Para el bizcocho

   1. Batir los huevos con el azúcar por lo menos por 5 minutos
   2. Añadir la harina amizada con el polvo de hornear
   3. Por último la mantequilla fundida y el zumo
   4. Hornear por aproximadamente 38 minutos
       (Tiempo y temperatura dependerán de tu horno)
   5. Desmoldar el bizcocho y enfríalo por unos 40 minutos

Para la crema 

   1. Calienta la leche en un cazo y añade el chocolate blanco troceado
   2. Remueve constantemente hasta que se derrita por completo y obtengas una mezcla homogénea
   3. Aparta del fuego y reserva
   4. Calienta la nata en otro cazo y añade el azúcar
   5. Cuando comience a hervir, retira del fuego y añade la gelatina neutra previamente hidratada en un poco de agua fría
   6. Mezcla la crema de chocolate blanco con la de nata y gelatina removiendo suavemente para que se integren todos los ingredientes
   7. Vierte la mezcla sobre la base de bizcocho que tenías en el frigorífico y alisa la superficie con una espátula
   8. Deja enfriar la tarta en el frigorífico durante al menos 4 horas, o hasta que esté completamente cuajada

Antes de servir, decora la tarta con frutas frescas al gusto. Las fresas, los arándanos y el kiwi suelen ser una excelente elección por su frescura y contraste de sabores